Francisco Tenamaztle fue el indígena caxcán del sur del estado de Zacatecas, señor y principal de Nochistlán, que luchó en contra de los abusos que cometían los españoles en contra de los indios.

Hoy, la memoria de Francisco Tenamaztle está viva entre los habitantes de la región del norte de Jalisco y sur de Zacatecas, en la que durante la colonia se llamó Nueva Galicia, sobre todo en las comunidades que se verían afectadas por la presa El Zapotillo: Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Sus habitantes dicen que van a defender sus tierras, formas de vida, valores culturales e identidad hasta las últimas consecuencias, como lo hizo Tenamaztle, del que se sienten herederos y dicen que su sangre indígena corre por sus venas; incluso, afirman que fue en Acasico donde Pedro de Alvarado, el español al que derrotó Tenamaztle, recibió la herida que lo mató.

Y es que en la guerra del Miztón, resistencia indígena encabezada por Tenamaztle, también intervino Pedro de Alvarado, a quien los indígenas llamaban Tonatiuh, por su color rubicundo; es decir, rubio como un sol. Alvarado fue derrotado por su soberbia y desprecio a los indígenas, y no sólo fue vencido, sino herido de muerte: en su retirada, dirigiéndose a Yahualica, pasó por una barranca muy escabrosa, misma en que los indígenas venían siguiendo y hostigando a los españoles. En una de esas escarpadas subidas un caballo cayó y rodó sobre Pedro de Alvarado, destrozando sus costillas. El español rodó cuesta abajo varios metros y quedó mal herido. Así fue llevado a Guadalajara, pero sólo sobrevivió tres días.

La guerra del Miztón recibe su nombre en referencia a un peñol o cerro peñascoso en el sur de Zacatecas, donde los indígenas se hicieron fuertes o se “empeñolaron”. Miztón quiere decir “gatos” o “subidero de gatos”, haciendo referencia a lo accidentado y escarpado de dicho cerro, al que sólo los felinos podían subir. Tenamaztle encabezó la lucha en lo que hoy comprenden los estados de Zacatecas, Jalisco, Nayarit, sur de Sinaloa y Aguascalientes, en compañía de indígenas coras, zacatecos, caxcanes, huicholes y otros pueblos de indígenas conocidos como “mexicaneros”, por el parentesco lingüístico que mantenían con el náhuatl y con el cual fácilmente se podían entender. De estos últimos eran los zacatecos y los caxcanes.

La guerra del Miztón o rebelión chichimeca estuvo a punto de incendiar a toda la Nueva España y comenzó antes de 1540. El mismo virrey Antonio de Mendoza, en compañía de soldados españoles e indígenas aliados, tuvo que ir a hacer frente para apaciguar a los indígenas rebeldes, logrando un acuerdo de paz; no obstante, los agravios en contra de los indígenas siguieron y Tenamaztle y los suyos se hicieron a los montes, huyendo y manteniéndose en resistencia alrededor de nueve años, lejos de la vista de los españoles. Finalmente, Tenamaztle se entrega a los religiosos y éstos a su vez lo envían a la capital de la Nueva España, de donde es desterrado por órdenes del virrey y entonces es llevado a España, lugar donde inicia su defensa jurídica, asistida por fray Bartolomé de las Casas. Un juicio que no se sabe si se resolvió o no y en el cual se invoca la justeza del levantamiento indígena. Por eso hoy a Tenamaztle se le reconoce como uno de los precursores de los derechos humanos.

Tenamaztle nunca fue derrotado, antes prefirió pactar su entrega y la situación de los suyos. Era tenido por persona de mucho respeto y estima y todos lo obedecían. Con su entrega inició otro tipo de lucha contra los dominadores, aunque más bien fueron las circunstancias las que lo obligaron a luchar con la razón y el derecho.

GUADALUPE ESPINOSA SAUCEDO Publicado Mié, 01/13/2010 huizache.org